MANIHI. BLUE WAY MANIHI DIVE LODGE
LA FANTASÍA MARINA DEL PASO DE TAIRAPA
El atolón de Manihi es uno de esos lugares que evoca sueños de evasión. Lejos del mundo moderno, posee una laguna de aguas cristalinas donde nació la primera granja de perlas de Polinesia en 1968. Accesible para todos los buceadores, las inmersiones se caracterizan por la gran visibilidad y las múltiples especies marinas que habitan en estas aguas. En su único paso, Tairapa, se concentran todos los puntos de buceo: Le Tombant, Le Cirque o La Faille son algunos de estos lugares que no debemos perdernos.
- DÍA 1. Salida desde el aeropuerto internacional de Madrid o Barcelona con compañía aérea a determinar. Noche a bordo.
- DÍA 2. Llegada al aeropuerto de Tahití Faa’a (PPT). Bienvenida y asistencia en el aeropuerto Traslado a hotel en Papeete. Alojamiento en régimen de desayuno.
- DÍA 3. A la hora convenida, traslado al aeropuerto de Papeete para tomar vuelo de Air Tahiti a las con destino al atolón de Manihi. Llegada a Manihi. Traslado a Blue Way Manihi Dive Lodge. Alojamiento en habitación o bungalow en régimen de pensión completa.
- DÍAS 4 a 8. Inmersiones durante 5 días (paquete de buceo de 10 inmersiones, ampliables a 15) en el atolón de Manihi.
- DÍA 9. Día libre para descansar o pasear por el atolón de Manihi.
- DÍA 10. Desayuno y traslado al aeropuerto de Rangiroa para tomar vuelo con destino Tahiti. Llegada al aeropuerto de Tahití Faa’a (PPT) y enlace con el vuelo internacional a Madrid o Barcelona (compañía aérea a determinar).
- DÍA 11. Día de vuelo.
- DÍA 12. Llegada al aeropuerto de Madrid o de Barcelona. FIN DEL VIAJE.
LA POLINESIA FRANCESA
La Polinesia Francesa (en francés Polynésie Française; en tahitiano Porinetia Farani) es una colectividad de ultramar francesa localizada al sur del océano Pacífico. Está compuesta de varios grupos de islas, siendo Tahití, en las Islas de la Sociedad, la más famosa y poblada de ellas.
Papeete, la capital y la localidad más grande, se localiza en esta isla. La Polinesia francesa se compone de cinco archipiélagos que conforman cinco divisiones administrativas. Cada una de ellas ofrece paisajes radicalmente diferentes:
Islas Marquesas. A 1.500 km de Tahití, el archipiélago de las Marquesas (Nuku Hiva, Hiva Oa, etc.), ubicado muy cerca del ecuador, está formado por un grupo de islas altas de tipo volcánico, sin laguna ni gran arrecife coralino. Las Marquesas, llamadas también Te Enua Enana (“Tierra de hombres), ofrecen pocas playas pero, por el contrario, paisajes grandiosos donde los cerdos, cabras, ovejas, caballos salvajes galopan libremente. Los altos acantilados legendarios, los picos volcánicos, los impresionantes vestigios históricos ocultos en la naturaleza salvaje que lo domina todo, las playas increíbles: las Islas Marquesas son sencillamente un lugar increíble.
Islas de la Sociedad. Al oeste, el archipiélago de la Sociedad, comprende las islas de Barlovento (Tahití, la mayor de las islas polinesias, con Papeete como capital administrativa, Moorea, etc.) y las islas de Sotavento (Raiatea, Tahaa, Huahine, Bora-Bora, Maupiti, etc.). Está formado por islas altas rodeadas por un arrecife de coral y una laguna que bordea la costa. Es la región más grande y poblada del territorio.
Archipiélago de las Tuamotu. Ubicado a 300 km al noreste de Tahití, el archipiélago de Tuamotu está compuesto exclusivamente por islas bajas de origen coralino llamadas atolones, vastas franjas circulares de arena cubiertas de cocoteros y delimitando una laguna interior con agua turquesa. Están formadas por 77 atolones que se extienden a lo largo de 1.497 km. Se trata de una región a la altura de su fama. Estas islas, situadas en el extremo del mundo, son literalmente un paraíso terrestre. Las plantaciones de cocoteros cubren los motu, islotes del arrecife coralino que combinan la belleza inmaculada de las lagunas con un mundo submarino excepcional.
Las Islas Gambier. El Archipiélago de Gambier situado en el extremo oriental del territorio, aproximadamente a 1.600 km de Tahití, consta de una inmensa laguna protegida por un arrecife de coral y salpicada por una decena de islas altas, restos de un enorme cráter ahora sumergido. El turismo aún está muy poco desarrollado allí, al igual que en las islas Australes. Este archipiélago es el más remoto y menos poblado de la Polinesia Francesa. Sólo 1.000 habitantes residen en estas cuatro islas montañosas que comparten la misma laguna, Mangareva, Akamaru, Aukena y Taravai, a lo que se suman decenas de islotes, denominados motu.
Islas Australes. El archipiélago de las Australes (Tubuai, Rurutu, etc.), ubicado en el extremo sur como su nombre indica, está conformado por 7 islas altas bordeadas por una laguna y un arrecife. Estos volcanes antiguos con suaves relieves y con clima subtropical son adecuados para la horticultura. Las islas Australes son el lugar de encuentro de las ballenas jorobadas que se congregan allí todos los años de julio a octubre. El clima es más fresco que en Tahití, ofreciendo a estas islas un sistema ecológico propio, que favorece la autosuficiencia y ofrece un encanto mágico y auténtico.
Las islas de la Polinesia Francesa suman un total de 4.167 km² (de los que 3.265 km² corresponden a islas habitadas) y se encuentran esparcidas sobre 2.500.000 km² de océano, una superficie equivalente a Europa. Está compuesta por varios grupos de islas de origen volcánico o coralino, situadas en un área de alta actividad sísmica. La isla más grande es Tahití.
En total, la Polinesia Francesa cuenta con un total de 118 islas de origen volcánico o coralíneo, de las cuales, Tahití, ubicada en las islas de la Sociedad, es la más famosa y la que tiene más habitantes de todas. Papeete, la capital y la localidad más poblada, se localiza en esta isla.
De acuerdo con el censo de 2002, la población total del territorio era de 245.405 habitantes, el 83% de los cuales es de origen polinesio, el 12% caucásico y el 5% asiático. Ese mismo año, el 69% del total de la población de la Polinesia Francesa vivía en la isla de Tahití. El área urbana de Papeete, la ciudad capital, contaba con 127.635 habitantes.
El clima de estas islas es de tipo tropical, soleado y muy agradable ya que está atemperado por los vientos alisios. En realidad, solo existen 2 estaciones: de noviembre a abril cuando el clima es caluroso y húmedo y de mayo a octubre con un clima fresco y seco.
EL EDÉN DE LOS MARES DEL SUR
Una cultura viva, una hospitalidad legendaria, un pueblo alegre, una naturaleza generosa y muy preservada, unos fondos marinos de una riqueza y esplendor sin igual, unas especialidades culinarias y una infraestructura hotelera con algunos de los establecimientos más bellos del mundo hacen de la Polinesia Francesa, el edén de los mares del sur.
EL BUCEO EN POLINESIA
Existen tres principales entornos marinos que se pueden explorar en Polinesia: las lagunas, las laderas oceánicas de los arrecifes y los pasos entre los arrecifes.
Excepto en las Marquesas, en las que apenas hay arrecifes, las islas altas como Tahití, Moorea, Huahine y Bora Bora están rodeadas de lagunas que alcanzan una profundidad media de 30 m.
Todos los atolones de las Tuamotu, junto con los atolones de Maupiti y Tetiaroa, forman una gran laguna central encerrada por un arrecife de coral. Estas lagunas, protegidas de las olas por sus arrecifes, son fácilmente accesibles desde la costa o en pequeñas embarcaciones. Sus aguas son la morada de una gran variedad de esponjas, ostras y conchas, mientras que sus pináculos de coral proporcionan un hábitat natural para especies de peces como el angelote, el pez loro, las castañuelas, el pez mariposa, los peces soldado, los emperadores de nariz larga y el mero.
En estas islas se encuentra un buceo de primer orden. Son famosas sus inmersiones en los canales entre atolones con unas corrientes fuertes, pero que nos ofrecerán encuentros inolvidables: cientos de tiburones grises, puntas blancas, puntas negras, puntas plateadas, nodrizas, mantas…
Las inmersiones de arrecife nos permitirán contemplar paisajes coralinos impecables, con cientos de peces de colores y las especies que tanto le gustan a los fotógrafos: nudibranquios, peces hoja, gobios …
EL ARCHIPIÉLAGO DE TUAMOTU
El archipiélago de Tuamotu, situado a unos 300 kms. al noreste de Tahití, está compuesto por 76 atolones de los cuales apenas la mitad están habitados. Estas islas bajas son antiguos cráteres que han desaparecido por efecto de la erosión y cuyos bordes, colonizados por corales, no son más que afloramientos de arena blanca sembrados de conchas y plantados de cocoteros que los polinesios denominan motu.
El clima en las Tuamotu es diferente al de las islas altas de Tahití y las islas de Sotavento. La estación cálida y húmeda, de diciembre a febrero, aquí es mucho más templada con vientos alisios refrescantes y precipitaciones escasas (generalmente de noche) lo que provoca dificultades para el suministro de agua dulce. La temperatura del aire varía desde los 26° de julio a los 29° de febrero.
El paisaje es completamente diferente, lejos del bullicio de la ciudad. La vida en los atolones es sencilla y muy tranquila. La actividad de los autóctonos, los paumotus, se limita a la copra (pulpa seca del coco), la pesca y, en los últimos años, al cultivo del nácar (Pinctada margaritifera). Este nácar, injertado, dará la famosa perla negra, endémica de las Tuamotu. Las lagunas interiores son lugares protegidos, ideales para establecer granjas de perlas y piscifactorías.
Cada atolón ofrece paisajes de belleza salvaje. Vistos desde el cielo parecen anillos blancos que contrastan sobre el azul índigo del océano Pacífico. Los motus están cubiertos de cocoteros intercalados con hermosas playas y están separados entre sí por pequeños canales u hoa y por los passes (pasos), mucho más grandes y donde se encuentra una increíble fauna submarina. Las lagunas varían el color de sus aguas desde el verde jade al azul turquesa e, incluso, violeta.
EL BUCEO EN EL ARCHIPIÉLAGO DE LAS TUAMOTU
Posiblemente en los fondos del archipiélago de las Tuamotu se esconda uno de los mejores lugares de buceo de todo el planeta y, sin duda, constituye la joya de todo el Pacífico: atolones coralíneos intactos, aguas con excelente visibilidad y una diversidad marina asombrosa. Son famosas sus inmersiones en los canales entre atolones que nos ofrecerán encuentros inolvidables: cientos de tiburones grises, puntas blancas, puntas negras, puntas plateadas, nodrizas, mantas y un sinfín de vida de arrecife.
EL ATOLÓN DE MANIHI
A unos 175 km. al norte de Rangiroa, el atolón de Manihi se ubica en las islas del rey Jorge, en el archipiélago de Tuamotu. Junto con los atolones de Ahe, Teavaroa y Takapoto, conforman un grupo atolónico al norte del archipiélago.
Manihi evoca sueños de evasión. Es como se uno hubiese cambiado de dimensión y llegase a una fantasía tropical. Lejos del mundo moderno, el espíritu del maná vive alrededor de la laguna de aguas cristalinas donde nació la primera granja de perlas de Polinesia. Fue en 1968 donde se estableció esta primera granja, allanando el camino para las otras islas del archipiélago de Tuamotu. Eso hizo de Manihi uno de los principales centros de perlas negras en el Pacífico Sur. Muchas grandes firmas de este negocio han optado por establecerse en la excepcional laguna de la isla y ahora está salpicada de granjas de producción familiares e industriales a gran escala. El cultivo de perlas se ha generalizado y refinado hasta producir verdaderas joyas. Los viajeros pueden visitar desde granjas familiares hasta granjas industriales más grandes: una experiencia única que permite apreciar el enorme trabajo realizado para obtener este tesoro.
El atolón también ofrece una amplia gama de actividades: picnic en motu salvaje, pesca con línea de mano, pesca de altura, recorrido por la isla en bote, snorkeling por el paso Tairapa, alquiler paseos en barco y paseos en kayak. También podemos descubrir los antiguos sitios de marae que aún son visibles en los extremos norte y sur del atolón. Turipaoa, es la principal localidad del atolón. Es un pueblo florido y lleno de color que ofrece el ambiente apacible de las Tuamotu, entre las actividades de trenzado de las mujeres y los chapoteos de los niños al borde de la laguna.
La mayoría de las casas muestran los signos de una actividad dedicada por entero a la perlicultura: recolectores, cuerdas, flotadores, nácar colgado …
EL BUCEO EN MANIHI
Manihi es una montaña submarina en medio del mar cuya cima roza la superficie. Las paredes que se sumergen en sus lados tienen una gran verticalidad pero el buceo es accesible para todos los buceadores. Existe una gran visibilidad y múltiples especies se reúnen alrededor del paso de Tairapa en una explosión de vida.
En efecto, el principal atractivo de este atolón radica en la suntuosidad de su laguna con tintes mágicos, y la excepcional calidad de su fauna y su fondo marino de renombre mundial, en particular por el espectáculo de reproducción del mero y el mero mármol (Epinephelus polyphekadion).
Este atolón de tamaño mediano tiene un único paso, Tairapa Pass, en el suroeste, alrededor del cual se encuentran los puntos de buceo. El buceo sigue el mismo patrón que en Rangiroa y Fakarava. El paso canaliza constantemente los nutrientes hacia adentro y hacia afuera con las mareas, atrayendo todas las formas de vida marina hacia arriba y abajo en la cadena alimentaria. La mayoría de las inmersiones son a la deriva con corriente entrante a través del paso, pero el arrecife exterior también cuenta con algunos sitios excelentes que no debemos perdernos.
LAS MEJORES INMERSIONES
LA PASSE DE TAIRAPA & LE TOMBANT
Tairapa es el único paso en Manihi. Su diseño seguro lo convierte en un sitio ideal tanto para buceadores noveles como experimentados. El paso es de unos 100 m. de ancho, y su lecho se eleva gradualmente desde 25 m. en el lado del océano a una plataforma de coral poco profunda a 5 m. antes de volver a descender suavemente hacia la laguna.
Es posible hacer tres inmersiones distintas, dependiendo de la dirección de la marea. Cuando sale, se puede bucear por la pared norte del paso en un lugar llamado Le Tombant, lejos de la corriente. Por lo general, la inmersión discurre a lo largo del desnivel entre 5 y 25 m. La visibilidad es excelente y la vida marina es abundante. En julio, en esta zona se congregan los meros mármol. Otra opción es cruzar el paso de Le Tombant hacia el lado sur. Después de descender, nos sumergimos bajo el flujo que brota de la laguna, situándonos en el fondo marino a aproximadamente 25 m. Hay que estar atento a la superficie para no perdernos la visión de los bancos de barracudas frente a la corriente, esperando a sus presas.
Cuando la marea está subiendo, podemos hacer una inmersión con una breve exploración de Le Tommbant antes de dejarnos llevar por la corriente hacia el paso. Una increíble variedad y densidad de peces nos va a rodear de inmediato. Bucearemos a lo largo del lado norte del paso que está repleto de oquedades que albergan peces soldado, meros y tiburones punta blanca. Al finalizar esta inmersión en la laguna nos encontraremos en el punto de inmersión adyacente llamado sitio adyacente llamado Le Cirque.
LE CIRQUE
El punto de buceo abarca un área en la laguna justo un poco más allá de la meseta de coral poco profunda a la salida del paso. Dada su ubicación, estámuy despejado con la marea entrante. En realidad, la meseta impide que el agua clara del océano limpie el área adecuadamente y, por lo tanto, la visibilidad es limitada. Estas condiciones pueden parecer desagradables, pero vale la pena bucear en el lugar debido a la probabilidad de ver mantarrayas y rayas águila que vienen a estas aguas ricas en plancton para alimentarse.
Si bien no está garantizado, es posible disfrutar de excelentes experiencias con mantas. Los fotógrafos deben tener su cámara lista para capturar a estos gigantes. Las mantarrayas no son nada tímidas y se quedan si uno se mueve lentamente.
Otro punto a destacar es la topografía escénica. Grandes rocas de todas las formas se encuentran esparcidas en el área entre 15 y 25 m. y forman un paisaje lunar, lleno de atmósfera. Otros peces que se ven a menudo aquí incluyen el pez unicornio, el pez ballesta, las morenas y, a veces, escuelas de ídolos moriscos. Generalmente se bucea en Le Cirque cuando fluye la corriente de la marea. Eso hace que la meseta actúa como un escudo y evita que los buceadores sean expulsados hacia el paso y hacia el océano.
LA FAILLE
La Faille es una inmersión segura y cómoda accesible a buceadores de todos los niveles. Posee una interesante topografía, abundante vida marina, excelente visibilidad y es ideal para los fotógrafos. Topográficamente, presenta una gran fisura que corta la parte exterior del arrecife al norte del paso. La barca se sitúa en la parte alta del arrecife, donde el agua está a 3 m. de profundidad. Los buceadores descienden directamente por la abertura para explorar los rincones y recovecos donde habitan peces escorpión y morenas. El lugar también atrae a tiburones grises de arrecife y tiburones punta blanca, así como innumerables meros, pargos, jureles, napoleones y peces ballesta. Después se bucea de norte y a sur, entre 15 y 25 m. La inmersión termina en la parte alta plana del arrecife, donde las atractivas formaciones de coral brindan un hábitat ideal para las especies pequeñas, en particular los cardúmenes de peces cirujano de rayas negras.
Blue Way Manihi Dive Lodge
Condiciones de pago
El 40 % en el momento de hacer la reserva. El resto, hasta 60 días antes de la salida.
Los pagos pueden efectuarse on line, mediante pago seguro, directamente en nuestra agencia o por transferencia.
Incluye
- 8 días / 7 noches en el hotel elegido a escoger en régimen de media pensión o pensión completa.
- Asistencias en todos los aeropuertos.
- Traslados de aeropuerto a hotel seleccionado.
- 10 inmersiones en barca y guiadas en el atolón de Fakarava con Top Dive.
- Botellas, plomos, guía.
- Nitrox.
- Tasas de Polinesia: 5% de IVA, 5% de impuesto turístico y 4% de impuesto de servicio.
- Seguro de viaje.
- Seguro de buceo incluyendo cámara hiperbárica sin sublímite de cobertura.
No Incluye
- Vuelos aéreos Madrid o Barcelona / Tahití Faa’a (ida y vuelta).
- Vuelo doméstico Tahití Faa’a – Fakarava (ida y vuelta).
- Tasas aéreas.
- 1 noche de alojamiento en Tahití en régimen de desayuno.
- Impuesto municipal (entre 0,50 € y 1,66 € / persona / noche, a pagar directamente en hotel).
- Inmersiones adicionales.
- Equipo de buceo.
- Excursiones opcionales y otras actividades.
- Gastos personales.
- Visado ESTA de entrada a Estados Unidos (en caso de volar por ese país).
- Propinas.
OBSERVACIONES A TENER EN CUENTA
**En todos nuestros precios indicamos el coste de las tasas y carburantes que, en el momento de hacer las tarifas, nos comunican las compañas aéreas.
**El itinerario está sujeto a alteraciones dependiendo de los cambios que puedan realizar las aerolíneas en sus horarios y días de alteración de vuelos.
REQUISITOS PARA VIAJAR Y BUCEAR EN LA POLINESIA FRANCESA
No se exige ningún tipo de vacuna obligatoria para viajar a Polinesia Francesa.
Los ciudadanos españoles no necesitan obtener visado para viajar a Polinesia Francesa.
Se requiere pasaporte en vigor, con una validez mínima de 6 meses.
Carnet o titulación de cualquier organización reconocida internacionalmente (PADI, ACUC, SSI, FEDAS/CMAS, NAUI).
Carnet o titulación de especialidades (sobre todo, Nitrox).
Es recomendable llevar el Logbook o cuaderno de buceo en el que figuren al número de inmersiones realizadas y la fecha de última inmersión.
Todo el año
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