LA SORPRENDENTE DANZA DEL CORTEJO SEXUAL DEL PEZ MANDARÍN («SYNCHIROPUS SPLENDIDUS»). «LIGHTHOUSE REEF» (Isla de Malapascua) 

Uno de los espectáculos más sorprendentes en el mundo marino es, sin lugar a dudas, el cortejo de los peces mandarín. Uno de los mejores lugares del mundo donde hemos podido captar este exclusivo momento es en la inmersión de “Lighthouse Reef”, en la isla de Malapascua (Cebú, Visayas Centrales, Filipinas). Este fenómeno no tiene una época determinada, sino que se lleva a cabo durante todo el año y en varias ocasiones, pudiendo llegar a ser semanal.

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Al atardecer, con las últimas luces del día, los tímidos peces mandarín salen de sus escondites para realizar la danza del cortejo. Éste comienza cuando varias hembras se acercan adonde se encuentran los machos que, previamente, se han colocado en un lugar estratégico del arrecife. Las hembras sienten predilección por los machos más grandes. Tras un largo desfile circular en donde los machos intentan impresionar a las hembras extendiendo su aleta dorsal, el ganador, con una curiosa posición arqueada, incita a la hembra a un contacto corporal; la hembra acude y pasa a reposar sobre su aleta pélvica del macho. Ambos pegan sus vientres y, acoplados, van subiendo lentamente hasta situarse a una altura de 1 metro del arrecife, cerca de la superficie del agua. Una vez llegados a la cúspide, el macho abraza fuertemente a la hembra durante 15 segundos, liberando el esperma dentro de ella en una masa de entre 12 y 200 huevos (que previamente ha producido ésta), formando una cadena que rápidamente se aglutina en una esfera. A continuación, la pareja se dispersa.

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Los huevos son independientes y van a merced de la corriente marina hasta 20 horas. Del cascarón de los huevos nacen unas larvas de aproximadamente 1 mm. A las dos semanas dejarán de alimentarse de plancton y se dirigirán al arrecife.

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EL PEZ MANDARÍN. SU NOMBRE

Gracias a su popularidad, el pez mandarín también es conocido por distintos nombres como “dragoncito mandarín”, “pez cachemira”, “mandarín verde” o “gobio mandarín”. Su nombre procede de sus colores brillantes y viva coloración, evocando la vestimenta de un mandarín chino imperial. En su coloración destacan las franjas amarillas, verdes y anaranjadas, con el azul o verde brillante como color de fondo.

Se trata de un pequeño pez perteneciente al orden de los perciformes y a la familia de los “Callionymidae”, la representada por los dragoncitos; cuenta ésta con 10 géneros y más de 182 especies. El pez mandarín es del género “Synchiropus” (syn-, “junto, unido” y -chyropus, “pie-mano”) que posee 51 especies. Su hábitat se extiende por todo el Pacífico, desde las islas del norte de Japón hasta el sur de Australia. Suelen encontrarse entre 1 y 18 m. de profundidad.

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CLASIFICACIÓN TAXONÓMICA

Reino: Animal

División o filo: Chordata

Subdivisón: Vertebrata

Superclase: Osteichthyes

Clase: Actinopterygii

Subclase: Neopterygii

Infraclase: Teleostei

Superorden: Acanthopterygii

Orden: Perciformes

Suborden: Callionymoidei

Familia: Callionymoidei

Género: Synchiropus

Especie: Synchiropus splendidus

DESCRIPCIÓN

Este pez, como todos los dragoncitos, posee un cuerpo alargado, casi cilíndrico, de 6 a 7 cm., ojos saltones y una boca de pequeño tamaño con varias filas de pequeños dientes ligeramente proyectada hacia delante. Está recubierto de una piel fina sin placas. Su cuerpo está cubierto por una espesa mucosidad que constituye una excelente barrera física contra los parásitos externos y un medio eficaz de disuasión contra los depredadores ya que produce un mal olor y libera sustancias con algunas toxinas. Su llamativa coloración también podría ser aposemática, esto es, como aviso para los depredadores. Como los “Synchiropus”, poseen una pequeñla cabeza rematada por dos grandes ojos.

Posee dos aletas dorsales con blandos radios y aletas ventrales adaptadas a facilitar su movimiento. El dimorfismo sexual se aprecia en el primer radio de la aleta dorsal que casi es el doble de grande en el macho. En general, el macho es algo mayor que la hembra y su cabeza suele ser algo más anaranjada que la de aquella.

Básicamente se alimentan de pequeños crustáceos e invertebrados. También pueden comer pequeños gusanos y algunos artrópodos como anfípodos e isópodos.

ALBERTO QUEVEDO